lunes, 22 de diciembre de 2008

Felicidades

Se acercan las fiestas de fin de año. Momento que se espera con ansias para encontrarse con los seres queridos y expresarse el cariño que no se ha declarado en lo que va del año, como si fuera necesario una fecha especial para decir “te amo” o “eres importante para mi”.
Tal vez esa tradición humana de ser poco expresivos o de no saber valorar a quienes tenemos a nuestro lado sino hasta que corremos el riesgo de perderlos o definitivamente ya se han ido. Es cierto que a fin de año nos volvemos más sensibles y sin miedo al ridículo o a no ser correspondidos, no tememos y manifestamos por doquier cuanto amamos o cuan trascendentes son los que nos acompañan para nosotros.

Ya pasado casi todo este año hago un balance general de lo transcurrido y rescato hitos demasiado importantes que fueron un punto de inflexión para mi y para todos los que nos reunimos en este blog. Sin embargo, no quiero referirme a lo dramático de este análisis, no porque no sea importante, sino por ser lo que menos quisiera recordar en este minuto. Más bien quiero hacer hincapié en la cosecha gigante de amigos que sin tener nada en común más que la amistad o familiaridad con Marita y Lucas, nos hemos juntado periódicamente para demostrarnos que el cariño y la amistad van más allá de las fronteras, de las distancias y de la misma muerte.

Como me considero un ser humano de los comunes y corrientes, quiero utilizar como excusa estas fiestas de fin de año para hacerles llegar mi más profundo agradecimiento por estos largos meses de compañía y amistad incondicional y por ese cariño inmenso que manifiestan con Marita y Lucas.

Quiero desearles que reciban las bendiciones del niño Dios. Que se colmen sus vidas de esperanzas y alegría, que puedan concretar sus sueños y metas.

Por último, decir solamente que ojalá aprendamos a decir “te amo” en cualquier minuto, sólo basta estirar una mano para saber cuantas se acercan a darle calor y con cuantos hombros podemos contar cuando necesitemos apoyarnos.

Sean felices y disfruten lo que tienen. Vivir sólo cuesta vida”

Felicidades a todos los amigos de Marita y Lucas.

Ceci

lunes, 15 de diciembre de 2008

Marcha - 9 meses de impunidad

A 9 meses del trágico accidente que se llevó las vidas de Lucas y María, familiares y amigos invitan a participar de otra marcha en silencio y sin banderas políticas, el día martes 16 de diciembre a las 12:30 horas. Nos reunimos en la plaza Rivadavia, frente a la Municipalidad.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Seguir siendo


De alguna u otra manera, todos nos hemos acordado. De tu voz, de tus sonrisas; anécdotas que ilustran nuestro paso por la vida, en presencia tuya, ni más ni menos, María.

Me cuentan los chicos que el viernes se juntaron en el parque a comer un asado y celebrar; hubiese querido estar allí, junto a ellos, junto a vos, junto a ese mundo que tan importante fue para nosotros, pues nos hizo conocer a todos.

Hoy es hoy. El tiempo es uno solo y marcha en su sostenido rumbo. Hubiera querido seguir diseñando cartulinas con dibujos, letras y colores para enviártelas en esta ocasión que para mí siempre es especial.

Pero allí estás. Y en el encuentro que hemos tenido el viernes, ambos pudimos darnos cuenta que seguimos compartiendo mucho.

Gracias, amiga. Gracias por estar presente entre nosotros y por no dejar de acompañarnos.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

a maria morocha

cuantos años han pasado?
sin tu risa
sin tus manos chiquitas

quiero gritar y solamente me sale tu nombre
y la noche no te devuelve
nadie sabe donde andas
sin tus risas
sin tus manos
que se nos quedaron tibias en las risas
en las manos

calladita en la rueda de los vinos
morocha

en la garganta en los ojos que te buscan
en el cariño se hace tu presencia
pasa la noche
pero vos nunca pasaras

viernes, 5 de diciembre de 2008

qué así es la vida
nos recorrió todo el cuerpo

qué así es la vida

un mundo conquista
llega a su forma

era la vida

te acordás de los días
las noches
conversadas a sonrisas

te acordás los mates
dedos cuchara papelitos
porque hacia música el triperio

hojas escritas marcadas sobre la mesa
rotas
nos desangraron algunas tardes

nosotr… las recordamos
aunque
algunos decían que nada tenia sentido
para conquistarnos las jetas

hechos menores decían
pero la alegría no es indefensa
con jetas rotas sin mascara

te acordás el parque se anochecía
triste
con los adolescentes
colgados de los árboles
caíamos con asado y vino
él se venia sin que lo invitemos
ni una lagrima le dejábamos
adornándolo con vinos
la pasábamos bien
no sé quería ir

reíamos gritábamos
corríamos
a arrojar kilos de amistad
a la infancia
de nuestros vinos toboganes hamacas

sí los árboles no se suicidaban
ofrecían las cortezas
te acordás
sí nos acompañaban hasta
las vías sin trenes

hacíamos música con esas vías sin trenes

eran muchos esos nuestros segundos

vengan
nadie se atreva a llorar
qué así es la vida
qué un mundo cumplió feliz

qué acá estamos
qué nadie llore
que tu mundo cumplió feliz


álvaro urrutia (vasco)

Feliz cumpleaños mi niña hermosa!!

Hoy es 5 de diciembre, qué contradicción al recordar con alegría el momento en que llegaste al mundo a traernos tu sonrisa y tu particular forma de conquistar.

Fue un domingo. Mi mamá estuvo mal toda la noche, como ella dice “estaba con todos los dolores”. Se las aguantó hasta que me desperté, tal vez como a las 7. Mi papá trabajaba esa mañana, así que me tocó ir a avisarle a mi tío para que la llevara al Sanatorio Limay.

Eran las 8:30 horas cuando subimos los 3 o 4 peldaños del Sanatorio, donde tranquilamente dormía un sapo que me asustó, obviamente. Claudio y yo fuimos también, esperando ansiosos a conocerte, pero a mi me obligaron a ir a la comunión de la Marcia, a lo que Claudio se negó rotundamente y se quedó. El pudo escuchar cómo mi mamá se quejaba por los dolores del parto. Por suerte fue muy breve porque ya a las 8:45 horas ya estabas en este mundo.

Cuando terminó la ceremonia fui a conocerte. Eras un pequeño ratón feo y peludo, pero igual te veía linda desde el primer momento. No demoraste nada en ponerte bella, en conquistarnos a todos con tus pequeñas mañitas y tus cariños.

¡Qué lindos recuerdos!... Cómo no celebrar hoy que hacen 26 años nos trajiste tanta alegría. Pero que difícil traerlos a la mente sin perder de vista que ya no estás, que ya no tenemos la dicha de ir a abrazarte o llamarte para decirte ¡Feliz cumpleaños hermanita!

El año pasado se que lo pasaste bien, lo festejaste con Lucas y fue muy lindo.

Hermanita, hoy siento que debo agradecer a Dios por haberte hecho parte de mi vida, por haberte hecho mi hermana y permitirme guardar en el corazón momento maravillosos. Pero se me confunde la gratitud con la pena de no tenerte, con la angustia de extrañarte continuamente y no poder hacer nada. Es difícil este día y todos, pero este es aún más especial.

Te deseo para este día que tengas una fiesta particular en el lugar que estés, que tengas un coro de angelitos que te canten el feliz cumpleaños y puedas proyectar tu felicidad a todos los que te queremos y te necesitamos.

Déjame abrazarte y besarte… ¡Felicidades mi niña hermosa!

viernes, 21 de noviembre de 2008

Aquel espejo

El otro día una amiga nuestra mandó un mensaje. Me contaba que había pasado por aquella calle donde años atrás, en plena medianoche, nos habíamos detenido junto a María para mirarnos en un espejo cóncavo que colgaba de una pared de alguna casa antigua o garage abandonado. Éramos nosotros tres, contemplándonos delante del cristal que tergiversaba nuestra imagen al punto de convertirnos en lejanos y chiquitos. Así estábamos: riendo, sorprendiéndonos, exteriorizando una sorpresa que no era tan obvia; porque a veces pasa que uno calla situaciones por creer que de tan cotidianas no ameritan referencia alguna, pero cuando se las expresa, puede que se descubra algo lindo, y que lo que a uno le pasaba, también le sucedía al otro. De manera que poder encontrar semejanzas con gente a quien uno valora y quiere mucho es tender puentes hacia una comunicación que no admitirá fronteras.

Tras mirarnos considerablemente en ese espejo, seguimos rumbo, sin saber que desde aquel preciso instante nunca más íbamos a olvidarnos de aquella anécdota que ocurrió de manera tan fugaz como espontánea.

Nuestra historia cuenta que soplababa la brisa de diciembre. Era de noche y María llegaba de su casa, con muchas ganas de hablar y compartir. Al cabo, aquella vez sería un momento bisagra en la relación de nosotros tres como amigos que se confesaban sus dudas, temores y motivaciones. Fue como sellar un pacto eterno de amistad, con la convencida ingenuidad que a veces pareciera involucrar a este tipo de afirmaciones que postulan los "de una vez y para siempre".

Llegó un momento en que de tanto hablar sentimos mucha sed; y fue entonces que partimos en busca de algo para tomar. Recorrimos muchas calles y nos detuvimos especialmente en una, en la del mencionado espejo. Después volvimos, pero lo más importante ya había sucedido.

Con el correr de los años nunca hemos omitido referencia a aquel hecho curioso. Y es probable que el espejo mismo, puesto como objeto delante de nosotros, haya tenido la misión de darle autenticidad a un particular momento. Aquella noche fue "la del espejo"; es decir, la del momento que marcó un antes y un después, la que abrió las puertas a una amistad eterna. Ese instante tiene nombre, tiene una referencia ineludible, tiene todo para que nunca se lo olvide y para que enseñe a los escépticos que tal hecho ocurrió y que no formó parte de ningún tipo de imaginación.

Confieso que a veces sueño con volver a aquel lugar, también de noche...Volver con la otra amiga que también estaba junto a nosotros. Todo para contemplar, una vez más, el reflejo de nuestra querida compañía.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Querida Hermanita


Hola hermanita:

Desde el día en que te fuiste siempre te escribo sabiendo de tu ausencia. Hoy quiero olvidar la realidad y pensar que estás aquí, allá o no se, donde puedas escucharme, donde pueda sentirte de verdad.
Te cuento que te extraño mucho, tengo muchas ganas de verte y contarte de todo lo que ha sido este tiempo. Tus sobrinos están grandes, no creerías al verlos, te sorprendería Seba tan alto y con apariencia de niño grande. Pablito es un pequeño regalón a pesar de sus casi 8 años. Yo sigo trabajando como siempre, bastante. Este año ha sido muy distinto a otros, será por el hecho que no estás, será que es difícil acostumbrarse a esto, pero el tiempo me hace sentir que nada fue cierto, que aún estamos juntos todos.
Me gustaría saber cómo estás, si estás feliz con Lucas, si te siguen pasando cosas entretenidas, si has aprendido a leer nuestros sentimientos, si sabes que nos haces tanta falta.
Desde que te fuiste que sueño con ese momento mágico que me permita tenerte por un momento y al menos abrazarte, escucharte o siquiera poder verte. Cuando ya no queda nada uno se empieza a conformar con poco y creo que con tener la certeza que estás bien podría sentir un alivio.
Te quiero tanto hermana, quisiera repetírtelo muchas veces, pero siempre siento el eco que me responde.
Me pesa mucho el no haberte visto por mucho tiempo cuando estabas acá, fueron las circunstancias de la vida que no me lo permitieron, me conformaba pensando que ya tendría la oportunidad para ello. Pero el destino quiso otra cosa dejándote ir sin un pequeño adiós, apenas una llamada telefónica.
Se viene tu cumpleaños y también el de Lucas, que contradicción tendremos al pretender recordar con alegría el momento en que vinieron a este mundo a llenarnos de alegría. Pero faltan los festejados…
Tengo una foto de ustedes muy linda que me mandó Graciela, salen felices, como quisiera que estén ahora.
Hermanita querida, te amo mucho y no se que es esto de la muerte, pero aún tengo la esperanza de encontrarme con vos alguna vez y poder abrazarte nuevamente.
Te mando un beso grande y como me decías en tus mail, yo también
“Te aioio”

Ceci

jueves, 30 de octubre de 2008

Carta para Lucas

Amado Lucas: yo estoy convencida que no te fuiste porque estás en el corazón de los que te amamos. Solo te mudaste junto a María al lugar que solo les corresponde a los que como vos son brillantes, pacíficos, diría únicos. Ese lugar es el mundo de las estrellas, que siempre brillan iluminando a todos, y son pacíficas como sos vos. Todas las noches, no importa que esté nublado o llueva, siempre están ahí mirándonos, alumbrándonos, me asomo a la ventana para verte y ¿sabes una cosa? te escucho ¡hola tía cómo estás!.

Alicia

16/06/08

sábado, 11 de octubre de 2008

martes, 23 de septiembre de 2008

Se vende un gote

Mi hermana es maravillosa, es tierna y mágica. Es capaz de hacerse cargo de mi mente cuando quiere. Juega a estar presente a cada instante. Siempre hay algo que me la pone por delante.
Recordaba el otro día cuando vino por primera vez a Punta Arenas. Yo vivía frente al mar, a 20 minutos del centro de la ciudad. Como era época de vacas flacas los paseos eran caminando por la costanera, riendonos y tratando de llegar rápido a no se donde. A la orilla de la playa había una casucha muy humilde, tal vez de un pescador, no lo se, donde decía con letras escritas con carbón "Se vende un gote, tratar aquí". Nos causaba mucha gracia y es una frase que es parte de las historias familiares, ya nadie dice bote, sino "gote", ella también lo hacía y siempre nos reíamos de la historia, repetida, pero divertida. Ahora ya no existe esa casucha, hace mucho tiempo que la sacaron y dejaron sólo lo más lindo. Sin embargo esa historia tan simple es parte del recuerdo que se antepone con facilidad al trascurrir de la vida actual.
Como esta hay muchas anécdotas que se adecúan a cada situación y es justamente los recuerdos de su vida los que superan al de su muerte. Creo que ella intercede desde su espacio para que la recordemos con alegría y nos sigamos riendo de los "gotes".

Quería compartir esto con quienes la quieren y la extrañan al igual que yo.

Ceci

martes, 16 de septiembre de 2008

Seis meses

Muchos no fuimos testigos del preciso instante, pero fue como si los hubiéramos acompañado.

Varios
no vimos lo que sucedió, pero pudimos reconstruir todo según lo que nos comentaron.

Algunos
no escuchamos nada, pero es verdad que en nuestros oídos hay un eco que retumba.

En aquella madrugada, una multitud apagó sus ojos junto a ustedes; y espera, algún día, poder abrirlos nuevamente.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Tía

A la pequeña A.M., en una vuelta suya más al sol.

"...¿Si la paso bien jugando con mis sobrinas y sobrinos? ¡Obvio! Cada vez que los veo, comparto mucho con ellos. No es que les hago el aguante y estoy como para cumplir. Nada de eso...¡Yo me divierto también!..."
(La TÍA María).

lunes, 25 de agosto de 2008

Presente

Porque viste que yo soy así, y así me conociste; y cuando nos íbamos conociendo mucho más sabíamos de las fortalezas y debilidades del otro. Eso estaba bueno, no solamente porque nos ayudaba a crecer, sino también porque nos permitía distinguir un rasgo de individualidad indispensable para seguir nuestros más preciados rumbos. Porque cada persona es única; menos mal que es así. Lo digo como si fuera una obviedad, pero pasa que hay cosas que no son tan obvias como en principio logran anunciarse.

No hay mal que por bien no venga, me decías a menudo. Cuánta verdad en ese dicho popular que me gusta atribuírtelo a vos como si hubieras sido la mentora de ello. Cuando hablo con mis amigos les digo acerca de lo tanto que hemos compartido y hasta me sorprendo mucho porque las anécdotas nunca se terminan, al punto de que ciertos sucesos se me vienen a la mente de manera repentina, como si me los estuvieras soplando al corazón.

Parece increíble. Tantas cosas parecen increíbles. Sin embargo, logro sentirme mejor cuando puedo a convocarte a cada instante. No hay día en que no piense ni un poquito en vos, en cómo andarás, en qué estarás haciendo o pensando, imaginando todo lo desconocido con categorías humanas y terrenales. Qué bárbaro, pienso para mis adentros, aun perplejo por la situación.

Hace exactamente un año - exactamente un año - estaba en este mismo lugar, delante de este mismo monitor, viendo la lucesita azul de mi teléfono móvil alumbrarse con obstinación. Era tu mensaje y tus deseos de confites, sonrisas, papel picado, felicidad y demás pretensiones que hacen de la vida un rico pastel. Qué lindo recordarlo y sentir que mis ojos se nublan delante de esta pantalla, haciéndome escribir por inercia, como tantas otras veces en que te escribí en tiempo real, casi sin mirar las teclas, porque al saberlas de memoria, mi mente iba más rápido que el cuerpo. Y ciertos apuros no podían postergarse.

Todavía te tengo agendada en mi lista de contactos. Es más, hasta a veces me pasa de querer mandar un mensaje así, a cualquier hora, probablemente desde una plaza, mientras esté contemplando el renacer de las palomas y viendo cómo la gente disfruta de la tarde y de los barriletes. No descarto hacerlo; no sé por qué no lo descarto...

Tengo la certeza de que una de las cuestiones más importantes que quería que supieras, finalmente lo supiste: te conté en más de una oportunidad que, adentrado a la aventura de mi ser, vivo estos días de una manera especial. Siempre soñé con que así fuera y lo bueno es que pude hacer realidad ese deseo. Me alegro de que hayas podido saberlo sin necesidad de que te lo recordara y que hayas contribuido a mi felicidad. Debe ser por eso que cuando partí aquella vez, al poco tiempo armaste una caja y la adornaste de regalos y viñetas, buscando a nuestros amigos para ver si querían mandarme algo. Qué lindo todo aquéllo, ¿verdad?...Tan lindo que cuando abrí ese regalo casi me puse a llorar, porque supe en ese mismo instante que sería algo inolvidable. Y entre los obsequios estaba tu carta en hoja cuadriculada junto a esa lámpara portasahumerios hecha por el inconfundible talento de los artesanos y que tengo en la mesada, siendo testigo de las luces con la que ambos - vos y yo - nos alumbramos.

Ojalá supiera torcer el destino. Pero no puedo. Y sin ánimos de resignarme, sólo digo que el hecho de conocerte fue uno de los regalos más lindos de mi vida. Mío y el de los que te hemos conocido. Gracias por venir con moño, :)

martes, 12 de agosto de 2008


NUEVA MARCHA

POR LUCAS Y MARIA

5 MESES SIN JUSTICIA
PARA QUE NO SE REPITA
PARA QUE NO SE OLVIDEN

VIERNES 15 DE AGOSTO 12:00 hs
FRENTE A LA MUNICIPALIDAD
MOVILIZACION PACIFICA
SIN BANDERAS POLITICAS


martes, 29 de julio de 2008

Porque algo siempre quedará


Quedan los muestras de agradecimiento, las visitas y también el umbral de lo que pudo seguir siendo. Quedan los abrazos de recibimiento, los rostros de las despedidas y los momentos que la vida nos regala; aunque también se sabe que nos ha quitado, y mucho...

Quedan las voces del silencio, los suspiros, las miradas. Quedan las empanadas de aquella hermosa tarde en Regina, la visita al río y los intentos de arrojar pequeñas piedras para que se fundieran en la corriente que nunca cesará su rumbo.

Quedan las connotaciones de encontrarse juntos en el mirador, con una vista panorámica desde donde es posible sentirse más cerca del cielo.

Quedan los amaneceres que serán tardes y las tardes que darán lugar a las noches con estrellas. Así hasta volver a saludar al fulgor de las mañanas.

Quedan las imágenes de otras tantos momentos en cualquier lugar: en el parque, en algún patio, o tan sólo en el mundo mismo hecho señal.

Quedan los mensajes, las llamadas, las promesas de reencuentro y las posibilidades de regreso. Queda el latir de la palabra, el fluir de cada gesto y el poder que da esta vida.

Quedan las distancias reducidas. Ningún lugar es lejos, sobre todo cuando es posible abrazar la inmensidad del universo.

Queda algo. No lo más importante, lo que a cada instante nos congrega sin poder recuperarlo como antes. Pero, a pesar de ello, queda algo...Algo que jamás será un detalle.

domingo, 20 de julio de 2008

Amiga


De tu habitación, un mundo propio;
mundo que abrazaste
a cada paso ilusionada
llena de ideas, sentimientos y horizontes.
Todos aquí sabemos
que tu legado es algo
...lindo
...inolvidable
...emocionante
que nos hace estar siempre a tu lado.

***

(Por tu AMISTAD, eternamente gracias).

viernes, 11 de julio de 2008

Diez sucesos que me recuerdan a María

  1. Los mensajes de texto a cualquier hora y bajo cualquier circunstancia, generalmente sin comienzo ni final, escritos, la mayoría de las veces, entre tres puntos (...) suspensivos.
  2. Las cartas escritas a mano; a veces más prolijas y cuidadas, y otras veces con su letra rebelándose ante el orden sugerido por los renglones, en clara alusión de efusiva necesidad por compartir lo inminente.
  3. Los mails que denotaban alegría, tristeza o algún estado difícil de poder explicitarse, pero casi siempre adornados por metáforas, ejemplos y varios gestos de poesía.
  4. Las conversaciones ininterrumpidas, maratónicas, eternas; en las cuales ninguna acotación era salida de contexto, sino que cualquier intervención daba lugar a que "todo tiene que ver con todo". Y esos vínculos entre ideas que aparentemente eran disímiles, bajo ningún punto de vista eran forzados.
  5. Los diferentes estados de su risa, desde un leve y cómplice mohín hasta la carcajajajada acompañada por los ojos cerrándose al punto de contraer la nariz y no parar más, queriendo alimentar ese estado de felicidad.
  6. La permanente recomendación de libros que, por una u otra razón, fueran susceptibles de su fascinación: Así habló Zaratustra, Rayuela, y muchos más...También de su música predilecta, como Los Redondos y Liliana Felipe.
  7. Algunas expresiones que viven hoy en muchos de nosotros y que han llevado su sello: "Un abrazo sin distancia", "lo que se quiere no se olvida" y, claro está, "vivir sólo cuesta vida".
  8. La decoración del lugar donde la encontrara viviendo: cartulinas colgadas de las puertas y las paredes, con fragmentos de diversos autores que resultaron significativos para ella.
  9. Sus sueños de juventud, que manifestaron siempre coherencia, en el sentido de que sus expectativas iban en concordancia con sus hechos; lo único que podía llegar a variar era el lugar de su realización.
  10. La continua evocación a los amigos; y especialmente a su familia (papá, mamá, hermanos, sobrinos, tíos...), hablando de todos sus afectos con mucho cariño.

viernes, 4 de julio de 2008

Por qué luchamos

¿Por que luchamos? ¿por que seguimos marchando? ¿por qué hasta hemos incumplido con nuestras obligaciones personales? Cuando siempre pregone que mi primer responsabilidad es le familia, porque allí cumplimos roles únicos e irremplazables y mi segunda responsabilidad es mi trabajo porque también mi rol es exclusivo pero allí no soy irremplazable.

La realidad es única, la vida de Lucas y María no nos la va a devolver nadie, tampoco se realizaran sus ilusiones, solo nos queda lo vivido: este es nuestro duelo, el de sus familiares y amigos; pero si respondemos los porque: nos enfrentamos a que todos somos ciudadanos libres con derechos y responsabilidades, o sino ¿de que libertad estamos hablando?

Yo no quiero hablar del perfil de mis hijos sencillamente porque los amo y es muy probable que quien ama de verdad no pueda ser objetivo. Pero basta con recorrer las instituciones donde ellos se formaron para conocer que personas eran y nadie les va a negar la información. Entonces me pregunto ¿por qué a nosotros se nos niega conocer el curriculum del victimario? Con la simple respuesta de que en un accidente se recorta solo el hecho, lugar, momento y a veces las consecuencias.

Acá hay dos homicidios y una persona responsable de ellos. Ese responsable es el señor Marcelo Alejandro Fraga que debe estar preso porque no supo usar su libertad y sin embargo la justicia se la sigue regalando.

Graciela Ramoscelli.

viernes, 13 de junio de 2008

acto en memoria
por
MARIA y LUCAS
por justicia
para que no vuelva a suceder
contra la indiferencia
lunes 16 a las 13hs
frente a la universidad
en el monolito

viernes, 30 de mayo de 2008

Juntos en la misma mesa

Íbamos juntos, caminando como siempre; a veces a partir de pasos propiamente dados, a veces a partir de la palabra en la multiplicidad de sus manifestaciones. Esa vez fue por calle 7 casi llegando a 56, cuando estuviste por estos lados, en marzo del año pasado. De pronto, me volvías a recordar algo que me habías comentado tiempo atrás, en ese verano que nos encontró para anoticiarnos sobre nuestras propias circunstancias.

María: - Porque la vida tiene que ser como una gran mesa sostenida por más de una pata. Una pata es la familia, otra el amor, otra la universidad, otra los amigos y demás afectos...Ahora, si una sola pata sostiene tu existencia, se corre el riesgo de que cuando esa pata se caiga...
Adrianófanes: -...todo se derrumbe.

Desde entonces, me acompaña aquella idea; caballito de batalla para compartir con demás gente querida, sobre todo cuando se está al borde del insoportable abismo.

Al principio, en los límites de la resignación, pensaba que nuestra vida, la de todos quienes te queremos, bien podría ser una mesa a la que le faltaba la pata de tu cálida presencia; pero de a poco voy dándole lugar a otra concepción más optimista: hay evidencias capaces de confirmarme que a toda nuestra mesa vos la sostenés desde algún lado.


sábado, 10 de mayo de 2008

Rayuela


Pienso que en el universo de las subjetividades, los regalos dicen mucho. No solamente de quien los ofrece, sino también de sus destinatarios; y todavía más si los mismos van acompañados de algún tipo de dedicatoria, el verdadero obsequio que hace trascender al objeto mismo, según lo entiendo yo.

Hace unos años, al partir hacia otros puertos, María fue a despedirme. Era de noche y hacía frío. Llevaba consigo una pequeña cartera de color rosado. De allí extrajo un obsequio para mí: se trataba de Rayuela, su libro de cabecera; según me dijo alguna vez, su "biblia".

Siempre me llamó la atención su fascinación por Julio Cortázar, por su vida y obra, por su forma de pensar. No era extraño que extrajera fragmentos de determinados pasajes de sus libros para que vivan en algún papel o en otras superficies donde un mensaje siempre pudiera tener su razón de ser y estar al cotidiano alcance de todos. En cualquier parte: en las paredes o en la heladera, en las puertas o ventanas, en el cuerpo que recubre al foco de una lámpara.

Ese libro que me regaló había sido suyo. Con letra verde, en su primera hoja, puede leerse "María de los Ángeles. 2004". Es decir, que ese obsequio tenía una historia importante junto a ella; sus hojas estaban gastadas y también con sendas anotaciones. Daban cuenta de un texto varias veces recorrido.

Expresado lo anterior, me permito compartir algunos subrayados hechos por ella en los primeros capítulos. Quizás, tomados así, descontextualizados, no digan demasiado, pero no es esto lo más importante, sino que, al fin y al cabo, dicen algo que le ha llamado su atención y que en definitiva hablan de ella misma, lo cual, sin lugar a dudas, es significativo.

Capítulo I:

(Marcado entre corchetes): "...Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar a su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuesras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico...(...)...Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos".

Capítulo II:

"...Nunca pude resistir al deseo de llamarla a mi lado, sentirla caer poco a poco sobre mí, desdoblarse otra vez después de haber estado por un momento tan sola y tan enamorada frente a la etenidad de su cuerpo".

"Llegué a aceptar el desorden de la Maga como la concidíón natural de cada instante".


"...Era siempre yo y mi vida, yo con mi vida frente a la vida de los otros".

Capítulo III:

"(...) La confianza que dan las buenas lecturas y la inteligencia, producían también su se lo digo yo".

Todavía recuerdo aquella noche, aguardando en la terminal. Pensaba que un sinónimo del vocablo "regalo" es, curiosamente, "presente". Tener a alguien presente es un regalo, es una manera de trascender. Todo legado está llamado a vivir siempre.

De aquella vez, ya con Rayuela entre mis manos, me quedo con una imagen que siempre estará latente en mí. "Sé feliz", me dijo ella, con una expresión tan locuaz que, desde entonces, no he hecho otra cosa más que aceptar su invitación.

lunes, 28 de abril de 2008

Visitando a María

"Un día me invitaron a caminar por ningún camino...
...y fue el mejor camino de todos"

(María)


Alguna vez soñé Regina. Soñé que la transitaba contemplándola y que a cada paso descubría toda la génesis de una aventura cuyos caminos, en tanto se mostraban a los transeúntes, abandonaban la condición de ser vacíos. Esos caminos, acaso, sean los que hayan formado parte de los senderos más preciados de María.

Regina tiene los aires de un lugar amurallado por la protección de las montañas, y es allí donde el tiempo ya no corre como sí en las grandes urbes. Vale la pena detenerse y alcanzar alguna cima, aunque sea por un rato, porque ese rato será eterno, mucho más si las nubes se ubican, apenas, por encima de nosotros.

Unas flores que llevé todavía resistían a pesar de tantos kilómetros andados; y así lo harían hasta llegar al nicho que las esperaba. Resucitaron en el calor de un hogar que fue la capital, no ya geográfica, sino ideal, de los sueños de una amiga. Esa morada, ahora, es el templo de imágenes latentes y de objetos llamados a ser ritualizados por sus nuevos dueños, que de ahora en más, mantienen intacta la memoria de quien ha vivido cada instante como si realmente fuera el último.

No sentíamos ni frío, ni miedo; mucho menos desamparo. Sólo amor de nuestros anfitriones, emoción profunda, teniendo la trascendente impresión de estar ante un momento inolvidable y significativo para nuestras vidas. Cada paso dado fue un abrazo sin distancia, un alivio que llevó el nombre de reencuentro.

Las anécdotas fueron y vinieron. Construir la historia, de eso se trata. Atando los cabos de un inicio, un desarrollo, pero nunca ingresando a los laberintos del final. Porque hay caminos que jamás terminan, aun ante las circunstancias dominadas por los reveses del destino...

Juntos fuimos hacia el río, lugar desde donde en muchas ocasiones supe que nuestra gran amiga vivía momentos de felicidad. No se cansaba de anunciármelo en sus veranos con connotación de esplendorosos. Y yo miraba...A ella, a mí, al entorno, descubriendo, de pronto, que todos comenzábamos a jugar con las pequeñas piedras arrojándolas al agua, sintiendo, en esos momentos, el extraordinario e inconfundible aroma de la infancia. Los más grandes, eran chicos; y los más chicos, también.

Todo el universo cabía en un suspiro. No podía creerlo. Pero era así. Nunca tan mínimos ante tanta inmensidad, nunca tan frágiles y fuertes - ambas cualidades a la vez - ante tanto mensaje ofrecido por la sabiduría de una naturaleza que se nos revelaba como inabarcable.

Lloramos todos. En la cima y en la base, con la infancia como aliada, esperando una sonrisa y logrando ese gesto de complicidad por parte de quienes todavía, desde sus primeros años, no conocen los misterios de la vida pero que, al mismo tiempo, pueden saber mucho más que sus adultos, generando así un asombro permanente que también supo llamar la atención de nuestra amiga.

La amistad es un lindo tesoro. Debe haber sido por ello que, bajo el sol de mediodía, llevé mis manos hacia el corazón, uniéndolas en una plegaria. Fue cuando la volví a encontrar y hablé con ella, como tantas otras veces antes y como tantas otras veces a partir de entonces. En perfecta comunión le ofrecí el regalo de mi visita eterna y la promesa del regreso.

Una voz me dijo, que allí, en su nuevo hogar, rodeada de montañas y más cercana al cielo, cabía concebir la idea de que nuestra querida amiga María se encontraba en todos lados. Al compartir esa atinada consideración, me siento en condiciones de poder dar fe de todo aquéllo...

sábado, 19 de abril de 2008

Un abrazo sin distancia

Las siguientes líneas fueron enviadas por Ceci, hermana de María, en nombre de ella y de su mamá - quienes están viviendo en Punta Arenas, Chile -, para que sean leídas en el recital que hoy se realiza en Bahía Blanca.


Queridos AMIGOS:

Una vez más les escribo y esta vez quiero resumirles una parte de la vida de mi hermana que tal vez desconozcan o bien la hayan escuchado de sus labios, pero yo se las cuento desde mi punto de vista.

Ella nació un domingo a las 8:45 horas, nos hizo levantar temprano a todos, interrumpió la misa de primera comunión de mi prima Marcia, pero ella ya venía al mundo y no le interesaba entorpecer los planes de nadie.

Era la más chiquitita de los hermanos, 12 años menos que yo y 7 menos que mi hermano. De los primos también, la más chiquitita, el conchito de la familia. Era la regalona de todos y supo ganarse a todo el mundo con su inocencia y dulzura.

Siempre le gustó disfrazarse, se ponía mi ropa justo cuando yo la necesitaba, no se la podía sacar, mi papá decía “dejala es chiquitita”. Y ella hacía lo que quería con todos nosotros, no le costaba nada comprarnos con una sonrisa y hacernos ceder a sus peticiones. Le gustaba pintar y que todos estuviéramos pendientes de sus obras de arte.

Comer papas fritas con coca cola era lo máximo para ella y no faltaba quien le hacía el gusto, ella lo agradecía con mucha humildad.

Cuando nacieron sus sobrinos ella fue la tía consentidora, la que les hizo los gustos que pudo, la que los besuqueaba así como lo hacíamos con ella. Los disfrutó a todos, a los cuatro. Los amó con la ternura que siempre la caracterizó y logró que ellos la quieran a su lado todo el tiempo, tratando de impedir a toda costa las despedidas prolongadas.

Los “hasta pronto” siempre fueron caóticos, despedirse era un calvario. Aunque sabíamos que en cualquier momento nos volveríamos a ver, eran inevitables los lagrimones y esas caras largas, pero bien largas.

Siempre fue muy especial y supo imponer sus ideas y vivir la vida como ella lo estimaba conveniente. Yo me creía un poco su mamá y trataba de darle consejos siempre con la intención de que sea feliz, que logre sus metas y que luche por un futuro que llene sus expectativas.

Sus correos y llamadas telefónicas vulneraban las distancias que nos separaban porque de por medio siempre hubo amor y complicidad, ese cariño profundo e inagotable.

Un día domingo de marzo interrumpió nuevamente mis planes y me despertó para decirme adiós en forma urgente y terrible. Yo pretendía seguir siendo feliz ese día domingo, sabiendo que tenía como pilar una familia maravillosa a la cual amaba. Pero igual que el domingo que nació, no le importó los planes que yo tenía y se fue silenciosamente e hizo una vez más lo que creyó conveniente.

Quiso inmortalizarse en el recuerdo que tengo de tantos momentos compartidos, de risas, penas, distancias cercanas, abrazos cibernéticos, llantos de despedida, miles de emociones difíciles de plasmar en un papel, pero que hoy recobran vida a cada instante.

La nueva cotidianeidad me induce a pensar en otras cosas, la vida continúa, pero aún así su imagen es capaz de introducirse por los lugares más recónditos, e instalarse en mi pensamiento y quedarse allí, como acurrucando mi angustia.

Y aunque nada tenía, nos dejó una herencia que alcanzó para todos los que la amamos, para todos los que están aquí y los que no pudimos estar. Nos dejó la alegría de su recuerdo y nos amontonó a todos como si fuéramos un cerro de amigos que se unen para recordarla, para desearle que siga siendo feliz colgada de una estrella o abrazada de un angelito, tal vez su angelito Lucas al quien amó profundamente y con quien fue feliz hasta el último suspiro.

Querida Maruquita, mi reina querida:

Se que estás aquí compartiendo una mesa un vaso y tu alegría con tus amigos. Se que estás, confundida con las risas, con los chistes y con tu mano enredada en los dedos de Lucas.

Yo también quiero acompañarlos ahora, desde la distancia cercana y abrazarlos a todos haciendo un círculo como si estuviéramos a punto de salir a jugar un partido de futbol.

Escucho la música de una banda con un bajo que extraña a su dueño, con unos músicos que cantan con alegría triste.

Quiero usufructuar de la propiedad de Marita e inmiscuirme en ese círculo de amigos que la amaron. Quiero compartir esta noche con ustedes este momento y aunque no esté diciendo nada nuevo, estamos juntos en esto, aprendiendo a vivir una nueva vida de ausencias.

Sepan que desde la distancia los siento cerca y me he aprovechado de su cariño para sentirme acompañada, porque se que no soy la única que no deja de pensar en lo que hubiera sido si…

Como ya no confío en los “hasta pronto” y además detesto las despedidas, no voy a decir nada más que gracias por estar aquí.

Con el inmenso cariño que mi hermana me dejó de herencia, les envío “un abrazo sin distancia”.

Ceci

viernes, 18 de abril de 2008

Recital por Lucas y María por conciencia y justicia

Este Sabado 19 de Abril de 14 a 20 hs. se realizará un recital en homenaje y para pedir justicia por Lucas Ramoscelli y Maria de los Angeles Mellado, en el playon de la Universidad del Sur.
Comenzaremos una campaña de recolección de firmas para avalar una serie de propuestas de reforma con respecto a la seguridad vial, que seran presentadas ante las autoridades Municipales.
Lamentablemente, ante la inacción de las autoridades, somos los vecinos que, vestidos de dolor, tenemos que organizarnos para proponer medidas que tiendan a revertir la gravisima situación existente en la seguridad vial, que se puede enumerar en los más de 8000 muertos anuales en el pais, y los más de 3000 correspondientes a la Provincia
de Buenos Aires.
Nuestro mejor homenaje es organizarnos y presionar para que no vuelva a suceder.
Ni un muerto más por accidentes evitables.

CONVOCAN: Familiares y allegados a Lucas y Maria.
ADHIEREN: Voluntariado Mariano Moreno - Asociación Argentina de Actores - Cultura en movimiento Bahía Blanca - Departamento de Humanidades - Centro de Estudiantes de Humanidades - Voluntariado Villamiramar - Asamblea por los Derechos Humanos - Coordinadora de Estudiantes Secundarios - Feria Municipal de Artesanos - Alerta Emergencias Medicas.

miércoles, 16 de abril de 2008

abrazo

Hoy hace un mes, un mes desde el otro día. Desde esa madrugada que salimos de “Agarrate Catalina” para cruzar la calle como tantas veces, como siempre.

Un descuido, el ruido de un golpe. Darse vuelta, correr, ver a nuestros amigos en el suelo, llorar y no poder creerlo, no poder más que llorar y dar vueltas en círculos.

Esa noche éramos tantos que el dueño del bar nos pedía que no nos riéramos tan fuerte, Maria fue a hablar con el, porque después de todo casi siempre terminábamos ahí. Tratamos de hacer menos ruido pero no fue posible, éramos muchos y cada tanto algo nos causaba gracia y nos reíamos. Nos fuimos de ahí por que hablábamos demasiado fuerte y nos reíamos a carcajadas.

Salimos para cruzar la calle, nada más. Hasta el playón, a sentarnos a charlar y tomar unos DR. Lemon que conseguimos comprar.

Yo cruce, varios cruzamos, otros venían atrás. No se cuantos éramos, si diez u ocho o doce, no se. Ya alguna gente se había ido, otros habían llegado. No se si Maria se quedo atrás besando a Lucas, pero venían atrás, pensé que habían cruzado detrás mío. Pero tardaron un rato mas, se entretuvieron, se dijeron algo, se agarraron de la mano para cruzar la avenida Allen, como quien va a la universidad, como hacemos y seguimos haciendo casi todos los días. Atrás de ellos venia el hermano de Lucas y su novia y no se quienes mas, adelante habíamos cruzado nosotros (cuatro o cinco) pero les toco a ellos. Hoy hace un mes.

Ayer estaba triste, sabia que se iba a cumplir un mes. Hoy me levante de mejor humor, hicimos un trapo que decía que hace un mes estamos esperando justicia, comimos todos juntos después de la marcha, dormí la siesta y no fui a cursar. Ahora, a la hora de escribir esto, suenan Los Redondos, como cuando ya no sabíamos que música escuchar con Maria y uno de los dos ponía el Luzbelito u Octubre, que joder y listo. Y a veces permanecíamos en silencio y escuchábamos la música, nada más. Porque a veces no teníamos nada que decirnos. Nunca era incomodo el silencio entre los dos, era un ritual, como si charláramos sin decirnos nada.

Ahora escribo apretando la tristeza que me sube por la garganta, escribo por momentos con rabia, frenéticamente, me paro, me siento, me sueno las narices, y me pesa la soledad de saberme mas solo que hace un mes.

Hoy nos falta un hijo, una hija, amigos, hermanos, pedazos grandes de nuestra alegría que se quedaron en los recuerdos. La tristeza no se cura, se vive con ella y uno solamente puede abrazar a las personas queridas con fuerza y acostumbrarse a que a la rutina de todos los días le falte un pedazo.

Yo conocía a Maria y a Lucas. Quería mucho a Maria, había aprendido a disfrutar de la risa de Lucas (tan particular, como de personaje de dibujos animados), de todo lo que sabia de música. Estuve con ellos tantas veces, tantas noches, tantas risas.

Todos hemos llorado tanto, seguimos llorando. Por eso escribo. Porque quiero abrazarlos, a ustedes, a mis amigos, a la gente que conoció a Maria en otros tiempos, a su familia, a todos los que estamos tan tristes desde hace un mes.

Yo no puedo consolar a nadie. Solamente puedo escribir para decir que estoy como ustedes, y estoy con ustedes y eso está bien. Que estemos todos juntos, está bien. Aunque halla la distancia de por medio, las palabras, la pantalla. Maria nos junto acá a todos. Amuchaditos, la tristeza no es la soledad y la vida que nos queda tiene una estrella nuestra para siempre.

Te quiero tanto todavía morochita mía de todo nosotros.

Un abrazo para todos.



juan pablo

Marcha



Lucas y María



Muerte mansa

Cuando la muerte amiga llega, lo predecible y otras estupideces se deshacen, y lo azaroso, ese zumbido a un costado o detrás de nuestras cabezas siempre ocupadas, comienza a mecer nuestras realidades a su antojo.
¿El silencio de que, o quienes, nos permite esta nueva apertura sentimental al más originario infinito? ¿Qué voces son las que callan en este trágico momentos?
Lo cierto, lo que duele es que no solo entregamos nuestras vidas, desde mil frígidos y superficiales puntos cardinales inexistentes a las voces idiotas; sino que además desperdiciamos nuestro derecho a mirar a la cara la muerte, a nuestra muerte y la de los nuestros.
Vivitos y coleando, o mejor dicho vivitos y consumiendo, callamos y otorgamos la vida y el privilegio de pensar la muerte.
Entonces rodeados de mil ruidos nos movemos en una espantosa pero prolija escena, y se nos aparece una imagen desprolija, que desentona en nuestra coreografía, y enseguidita un intolerable dolor en el cuerpo y en mil lugares que no sospechamos: Es la muerte. Pero no la muerte imaginada y representada otras veces en escena, sino la muerte hecha ausencia. La coreógrafa pide cordura, y nosotros profesionales queremos callar y otorgar.
Dos o tres días en silencio odiando la terrible injusticia que significa la ausencia; y treinta noches más pensando en las deudas que nos quedaron sin pagar a esa vida, ahora solo ausencias. Maldecimos para adentro, bien para adentro, en el húmedo pozo, porqué no nos otorgamos hablar en publico, porque nos avergüenza la muerte y entonces ssshhh
La muerte avergüenza, porque impone el desorden, porque lleno de sensualidad aparece lo azaroso. Ella nos sonroja, y callamos, y continuamos vivitos y consumiendo el camino ordenado, espantoso pero prolijo, que nos han trazado.
Ahora ¿ qué sucede cuando quien muere, no callo ni otorgo, y no tuvo miedo de mirarla a la cara, disputándole cada instante de vida?
Quisimos callar y otorgar, pero María nos entrego una muerte domada y educada por mil envestidas corajudas. Su muerte se nos vino mansita para que cómodamente la podamos habitar con intensos pensamientos y los más bellos recuerdos. La muerte, de nuestra infinita amiga, fue derrotada rotundamente por su vida rodeada de sonrisas y amor.
La amiga María (“la morocha”) nos enseña, entregándonos su muerte mansa, la vida corajuda y eterna de mirar a la jeta a la muerte y sonreír saboreando el triunfo.

Vasco Por la huella del Diablo

lunes, 14 de abril de 2008

Marcha por justicia a un mes

MARCHA POR JUSTICIA POR LUCAS Y MARÍA.
ESTE MIERCOLES 16/4 A LAS 12 HS.
SALIMOS DE PLAZA RIVADAVIA HASTA EL MONOLITO.

Convoca: Familiares y amigos.

Collage



Realizado por amigas de la secundaria de Regina

viernes, 11 de abril de 2008

jueves, 10 de abril de 2008

A mi querida Amiga

María, querida María, amiga que me ha regalado este teatro de ilusiones conocido como mundo. Aquí estoy, lleno de fe, triste pero no desvanecido, de pie, escribiéndote desde este lado de la vida para contarte que nada ha vuelto a ser como hasta entonces, pero que a pesar de todo permanezco en este camino, siempre contigo, ahora más que nunca, suspirando mientras alzo la mirada a las alturas para ver si allí te encuentro.

María de los Ángeles y hoy también de las Estrellas. Nada ha vuelto a ser como hasta entonces, ni siquiera el cielo, que ha cambiado su geografía para mostrarme a un sol arrodillado, radiante pero sereno, siendo testigo de tu luz que alumbra mi existencia y también la de todas las personas que pertenecen a tu corazón enorme. Hoy, a ese sol, puedo taparlo con un solo dedo y atraparlo en un instante para que me obsequie tu cálida presencia.

Desde hace unas semanas asistimos a la inevitable peregrinación de tu relativa ausencia, porque las personas buenas y queribles no se irán jamás. Aquí nosotros, en medio de un laberinto que no hemos elegido, y cuya única salida es la paz de tu recuerdo. Te queremos tanto que las montañas ya se han derrumbado.

No puedo explicarte lo que siento. Pero aun así, lo intento. Y te digo que de aquí en más -y desde antes también - me dedico a la pasión de darte a conocer. María, pequeña reina Maruca según el inmenso amor de tu hermana Ceci, lo has logrado. Sos eterna, sos inmortal, te siento participando de mi vida y estoy seguro de que me entendés, yo sé que sí, cuando casi todas las noches prendo una vela y te cuento cómo van mis días, sabiendo que no le estoy hablando a la nada, permanentemente convencido de ello, logrando un alivio que, como vos alguna vez me has dicho, lleva el nombre de reencuentro.

Puedo sentir nuestra conexión más intacta que nunca. Siempre hablábamos de eso y nos trascendían tantas semejanzas que, entonces, concluíamos que el mundo estaba lleno de señales que eran más grandes - mucho más grandes - que nosotros. Nos habitaba ese impresionante asombro. Ese misterio para vos ya revelado. Pero el mundo, querida amiga, el mundo...El mundo también es un suspiro...

...que no acaba...
...que perdura...
...que emociona...

María de los Ángeles y hoy también de las Estrellas. Mis ojos se nublan delante de una hoja y una gota de rocío cae lentamente, alumbrándome tu imagen y dándome esas fuerzas que jamás tuve en la vida. ¿Cómo poder explicar este milagro si no es a través de tu presencia? Agradezco a Dios haberte conocido, pues sin duda alguna fue una de las cosas más lindas que me han sucedido.

Es por todo eso que en tu nueva casa estoy, visitándote con toda la otra gente que te quiere y que te extraña, que llena de impotencia intenta seguir adelante como puede. Veo que también ingresan un montón de afectos que no conozco personalmente, pero sí a través de tus palabras que solían anunciarme los protagonistas de tu hermoso elenco. Aquí están ellos: Ceci, Claudio, tus hermanos...Y también otras personas que formaron parte de lo más lindo de tu vida. No sabés qué ganas de abrazarlos para sentir que también estoy con vos y para que ellos sientan lo mismo al hacer lo propio conmigo.

Mientras tanto, otro suspiro. Hoy he visto llorar a las palomas. Comían de las migas que les había llevado a la plaza principal. Lloraban por la injusticia, pero yo las consolaba. Pues, amiga, querida amiga, ¿acaso no puede haber justicia más grande que la del recuerdo eterno? Y tras ello, las palomas echaron a volar, se fueron y se perdieron por allí, por donde vos debés estar ahora.

Quisiera poder dibujar piruetas en el aire, o jugar al igual que vos con tus pequeñas manos, como en aquella otra tarde de abril, en la que siguiendo el lenguaje de los sordo-mudos que por entonces estabas aprendiendo, me dijiste, simplemente, te quiero.

María, querida María. Gracias de todo corazón por estar siempre conmigo y también por estar con todos nosotros.

Te quiero, te extraño, te necesito para poder seguir mis propios caminos. Yo los estoy transitando a mi manera, mirando siempre el horizonte. Estás conmigo. Sé que sí.

Desde aquí, desde algún lugar del mundo, simplemente te regalo...te regalo...te regalo...

...Un abrazo sin distancia.

Con el cariño de siempre, tu amigo...

ADRIÁN

lunes, 7 de abril de 2008

Palabras de Guillermo David

Nada, ni siquiera la filosofía, con dos milenios de reflexión sobre el destino, la tragedia y el ser-para-la-muerte, nos prepara para la muerte joven, bella, amante. Toda palabra es una palabra de más. Solo parece caber el silencio. Pero la palabra es el único modo, pobre remedo inútil, de mantener la memoria, esa especie de eternidad que los vivos conferimos a nuestros muertos.

María y Lucas eran jóvenes, bellos, se amaban.

María tenía un aura de misterio y sensualidad que cubría con una mirada intensa y una sonrisa enigmática, suave y alegre a un tiempo. Lucas era un muchachón recio, audaz. Estudiaba letras y tocaba el bajo en una banda de amigos.

Ambos cultivaron la amistad, la alegría y el amor. Andaban siempre juntos, pegaditos. Eran felices. Eran jóvenes, bellos, amantes.

María y Lucas se conocieron y al poco tiempo concibieron un hijo. No pudo ser.
La muerte los andaba rondando.

María era mujer de pocas palabras: el paisaje surero de su infancia sin duda la habitaba. Tal vez por eso, dándole escucha a esa voz íntima, ella, que, calladita, había elegido pensar, programó su tesis de habilitación en filosofía sobre el problema del lenguaje.

A solo tres días de rendirla, ella y Lucas, salieron a festejar.

Sabemos cómo termina esta historia.

María y Lucas, jóvenes, bellos, amantes, ahora, son inmortales.

viernes, 4 de abril de 2008

palabras colgadas de las paredes

Manifiesto (Hablo por mi diferencia)
(en una pared del comedor)

No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
...



Bertolt Brecht
(la rubia lo copio de un libro y lo pego en la pared del comedor)

Ustedes que dan a luz en limpias
camas de maternidad y llaman
"benditos" a sus vientres preñados quieran
no condenar a los débiles perdidos
pues sus pecados fueron duros y su dolor fue grande.
Por eso, les ruego, se abstengan de juzgar
Pues toda criatura necesita ayuda de todas las demás.




Los redondos
(en la cocina, sobre la heladera)

Todo lo que está en mi nube
es nada más que tu sermón fatal,
si tu grito es un ladrido
y mi cuchillo es un rayo cruel.



Alejandra Pizarnik
(en el comedor, sobre la ventana)

"En el centro puntual de la maraña Dios,
la araña"

j.p

jueves, 3 de abril de 2008

a maria mellado

no llegó a haber grito...

un charco rojo
se empecino en deborar el mundo
pero se llenó con el cuerpo
de una sola persona

álvaro l. urrutia

jueves, 27 de marzo de 2008

La bicicleta de Lucas (Diario Crítica 22/3)

Lucas Ramoscelli era bajista. El bajista de Para el resto, la banda que había formado con cuatros amigos. Lucas era un rocker que vivía entre rockers enormes: su cuarto estaba decorado con un poster de Luca Prodan y con otro de Viejas Locas.
El resto de las paredes estaba cubierto también. Todas las entradas a todos los recitales a los que había ido aparecían pegadas, prolijas, con cinta doble faz, alrededor de su cama. Eran sus trofeos. Bien ganados.
Lucas tenía 24 años, vivía en Bahía Blanca con María, su novia, una piba de Villa Regina. Algunas entradas que pegó en la pared estaban duplicadas porque con ella compartían la pasión
por la música. En un estante del cuarto asomaban más de 200 DVD de recitales. Pink Floyd, Sumo, Las Pelotas, Los Redondos sonaban todo el día. Muchas veces se juntaba a zapar con su hermano Franco, que le daba a la batería.
Lucas tenía una bicicleta inglesa. En ella llegaba al trabajo todos los días a las ocho de la mañana y salía a repartir cartas para un correo privado. Pensaba en inglés porque se había recibido
de profesor.
Lucas tenía un gran placer: ensayar con Para el resto en el quincho de su casa, pero el sábado cambiaron de lugar. Se juntaron en un departamento, comieron milanesas y decidieron ir a un bar frente a la facultad. Escucharon música hasta que el bar cerró. Decidieron seguir la charla un rato más en los escalones de la facultad.
Cruzaron la calle Alem. Lucas le agarró la mano a María. Ninguno de los dos pudo esquivar el destino.
(Lucas y María murieron en el acto. El conductor que los atropelló iba a gran velocidad)

...

Consagrado a los dioses Manes, aquí está enterrada,
Ojos de Sol, pequeña dulcísima, que vivió cinco años, dos meses.
Yace en la tierra de Apulia que es enemiga de muchas madres.
Tú viajero, ven aquí y recuerda:
Es preferible vivir un instante, si ese instante lo hacemos eterno.
Ahora vete. Respira. Algún día volverás.
La amada madre lo hizo.

(María)

martes, 25 de marzo de 2008

jueves, 20 de marzo de 2008

MARCHA

MARCHA DE SILENCIO
BASTA DE IMPUNIDAD
JUSTICIA POR LUCAS Y MARIA, EXIGIMOS CÁRCEL AL CULPABLE
¡MARCELO ALEJANDRO FRAGA ASESINO!
MIÉRCOLES 26 DE MARZO, 12.00 HS EN PLAZA RIVADAVIA IREMOS CAMINANDO HASTA EL
PLAYÓN DE 12 DE OCTUBRE (UNS).
Por Favor hacer cadena, Gracias
CONVOCA
FAMILIARES Y AMIGOS DE LAS VICTIMAS

Diario Crítica 20 Marzo de 2008

Morocha y ricotera

AMaría de los Ángeles Mellado le decían la morocha. No pasaba inadvertida: llevaba muy bien su pelo negro, su corte stone ese flequillo por encima de las cejas que simboliza toda una manera de ser.
Estudiaba Filosofía en la Universidad del Sur y estaba preparando su último final. Luego haría unos trabajos prácticos, la tesis y el título.
Vivía en Bahía Blanca. Tenía 25 años y un novio, Lucas Ramosselli. Los unió desde un primer momento la música: los
dos eran ricoteros apasionados.
La alegría era completa cuando sonaba
Semen Up, la canción preferida de ambos.
La morocha era ocurrente. Siempre se salía con algún comentario que hacía que todos los amigos se descostillaran de risa. Le gustaba leer a Saramago y a Cortázar.
Tenía por costumbre anotar frases de Alejandra Pizarnik y colgarlas en las paredes de su cuarto. También colgó el
Manifiesto, de Pedro Lemebel, ese que dice: “No necesito disfraz, aquí está mi cara”. Con la banda de amigos se juntaban a escuchar música, a tomar algo, a reír un poco. El sábado a la noche se reunieron todos en la casa de María. Comieron unas milanesas. De postre, María había ofreció unos duraznos con crema.
Luego de cenar fueron a Agarrate Catalina, un bar que queda frente a la Universidad. A las seis y media el bar cerró. Cruzaron avenida Alem. Hubo un ruido muy fuerte. Lucas le agarró la mano a María para tratar de esquivar lo inevitable.

(María y Lucas murieron en el acto. Fueron atropellados por Alejandro Fraga que venía por Alem a más de 120 km.)


María ida

a maria mellado


Princesa
me han dicho que te fuiste
así
como llegaste
sin ruido
silenciosa
mariposa del huracán.
Sobre tus pies blandos
(me dicen)
vuelves ahora a hamacarte
en la brisa tibia
de las caricias familiares,
entre las palabras
de los viejos otros amigos.
Acá
falta tu risa,
nos sobra una silla y un vaso,
y un nombre se quedo sin sustancia.
Lo que importa
gorrrrda
(sabes)
es que...

los poemas sin final
están hechos de ausencia.
Por eso este termina
en que finalmente se aparece
frente a tus ojos.


j.p

Cartas de ida y vuelta


María le había escrito una carta a Liliana Felipe hace algunos meses.

Esto es lo que le escribió el Vasco:

"Querida Liliana, me atrevo a decirte amiga, porque unos amigos entrañables me hicieron escucharte hasta el hartasgo, hasta hacernos a todos lo que los conociamos fanaticos tuyos
un hijo de re mil puta, marino, los atropello el domingo a la mañana i se los llevo a ese lugar que "algo debe tener de bonito que nadie regresa"...
no se mui bien porque te escribo. es la voluntad de todos sus amigos.
ella (maria de los angeles mellado) alguna vez me conto que te escribio hace algo asi como tres meses, i estuvo mui feliz por tu respuesta, nadie en esta puta frivola i milica ciudad le podia arrebatarle esa felicidad...
hasta los chabones maria i lucas (su novio) desde la guita que no tenian estaban planeando empezar a ahorrar para cuando este en argentina, ver si podian traerte a bahia blanca
no se por que te escribo... creo un segundo de tu atencion, dende esten, les hara mui bien los hara mui felices
estamos todos en pie de lucha porque mañana liberan al asesino (que borracho, a 140km por hora) nos robo un gran pedazo de mundo
muchisimas gracias, por estos segundos i por haberle respondido aquella vez el mail a maria

alvaro urrutia"

Y esto contestó:


Querido Alvaro,

que tristeza! Cuanto daño pueden hacer las personas educadas por milicos.
Releo la carta de Maria de los Angeles...hasta abajo dice

Vivir solo cuesta vida...

un abrazo a vos y a todos sus amigos.

Liliana

Liliana Felipe es compositora, cantante, pianista, tanguera, jardinera y poeta. Cordobesa, descendienta de los comechingones.

Vivir solo cuesta vida