lunes, 20 de julio de 2009

Amigos

Hoy es el Día del Amigo. Me gusta que, al margen de cualquier connotación comercial que se le pudiera objetar a la fecha, haya un día especial destinado a quienes forman parte de nuestra vida.

Uno forma parte de los amigos. Los amigos forman parte de uno. En esa continua intersección de subjetividades suceden las anécdotas y subyace la presencia.

En días como hoy suelo pensar un montón de cosas. Sin ir más lejos, estar escribiendo algo en este espacio se da porque alguna vez viví en Bahía y conocí a amigos que ni el tiempo ni las circunstancias ni nada me impedirá tener presentes; y me tomo el atrevimiento de sostener que este sentimiento involucra a muchos.

Sé que María tenía (tiene) muchas amigos y amigas que conoció en muchas etapas y circunstancias de su vida. Supe que Lucas, a quien había conocido de vista hacía un par de años y con quien no tuve la oportunidad de entablar una relación cercana, también. Sin embargo, siento que de alguna manera lo fui conociendo. A través de María, claro; y a través de un montón de testimonios.

Hablando de María, hoy tengo ganas de saludarla y de darle un abrazo, sintetizando en esa intención la manera de poder estar todos sus afectos juntos.

En esta ocasión aprovecho simplemente la oportunidad para brindar un gran saludo y un fuerte abrazo para todos, especialmente para las amistades y los familiares de María y de Lucas.

miércoles, 15 de julio de 2009

Invierno

El otro día alguien me mandó un mensaje diciendo que los inviernos en Bahía no dejaban de tener esa particularidad de dejar huérfanos a quienes allí se quedan, sin tener la oportunidad de poder, siquiera, compartir el mate.

Desde la distancia geográfica y temporal en la que me encuentro puedo dar cuenta de aquéllo; y mientras más transcurre el tiempo más certezas tengo de que si para muchos de nosotros Bahía fue un momento inolvidable en nuestras vidas fue por la posibilidad de hallar gente única y maravillosa que fundamentó cada día, cada instante, cada circunstancia por más efímera e intrascendente que podría haber llegado a ser.

Los chicos - ella y él, para ser más precisos -, seguramente hubieran adherido a esta idea o, como mínimo, la hubieran entendido en virtud de quienes fueran capaces de expresarla.