Extraño tus mensajes a cualquier hora,
para contarme lo más importante
o lo que se presume un detalle.
Extraño tus reflexiones,
también tus risas
y la comunicación diaria/recíproca.
Extraño nuestras charlas únicas,
el sentido de la vida
y el abrazo sin distancia.
Sé que no
que no es es extraño
que te extrañe
¿Por qué,
por qué,
por qué será?
-...Porque lo que se quiere no se olvida.
martes, 6 de enero de 2009
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