lunes, 28 de septiembre de 2009

Algo más que una creencia

Mandé un mensaje atravesando las distancias más lejanas. Conté acerca de una buena nueva que estaba viviendo. Recibí respuesta y, de paso, una yapa: la reflexión de que seguramente María y Lucas estarían contentos, donde quieran que estuvieran, acerca de nuestros propios sucesos.

Asentí en el bar, ya aconteciendo las primeras luces de la noche; creyendo, una vez más, que es imposible explicar la convicción de un sentimiento genuino y sincero, sobre todo cuando hay ciertas ideas que conducen a otras de índole metafísica.